Hoy toca presentar al mundo la segunda profesión más perjudicial para la salud del planeta. Ante usted las secretarias, esas mujeres que en determinados sectores profesionales su única actividad es hacer bien SU trabajo, y no como en otros sectores donde por desgracia tienen que hacer el suyo y el de cinco más. En este caso hablo de las secretarias que SÓLO cumplen funciones telefónicas (véase levantar el teléfono rojo y hablar) y recibir documentos.

La tarea parece fácil, pero es todo es un espejismo. Dentro de la rutina de levantar esa perla roja y hablar, hay un sinfín de posibilidades a las que se expone una secretaria. Desde a que entre un mapache por la ventana (ejem) a que alguien le hable a la vez.

Pero pasemos a la fase dos, su tarea secundaria pero a la vez igual de importante. El proceso de recoger un documento se percibe más fácil que el de la escucha telefónica, fantasmas!! ¿En qué mundo vivís? Es dificilísimo recoger un papel con maestría y a la vez no cortarte con el filo de la hoja tu piel cuidada por las miles de cremitas que te das a lo largo del día debido a tu escaso ajetreo.

¿Y si ese papel se presenta como una solicitud inocente? !ahí te han pillado¡ ¡Muerte a la bruja! ¡Muerte al ganso! Ups, que me voy, que aquí no hay caballeros ni grial sagrado. Da igual, la muerte te la desean de otra manera, es decir, perderán tu papel desintencionadamente (eso dicen!!) para que acabes buscando ese grial sagrado entre curas y obispos, entre obispos y curas... pobre de mí, pobre de mí, que ha empezado el San Fermín...

Dicho y hecho, ese papel, su única (y puta, perdón, pero quedaba "la mar de bien ¿entiendes?") función, labor, o tarea rutinaria, es perdido, extraviado, olvidado, ignorado, incluso podemos ver un ataque de racismo hacia ese papel triste, pobre sin rebestimientos dorados, blanco como él sólo... tantas cosas... Malditas!

El objetivo número dos a tener en cuenta antes de entablar una relación con una persona es preguntarle: ¿Y tú eres secretaria? Como diga que sí, de un determinado sector laboral... uid!!! Que aún es pronto y no os ha cogido.

Después de los peluqueros ya hay alguien a quien temer, ellas son... las secretarias!!

(Steven Shainberg, "Secretary", 2002)

PD: Muy buena película. Nada que ver la dulce Maggie Gyllenhaal con la señorita en cuestión, palabra.